Comisiones Obreras de Madrid | 27 abril 2024.

El Brexit es una pésima noticia para los trabajadores británicos y europeos

    Para CCOO, el resultado del referéndum en el Reino Unido favorable a la salida de la Unión Europea supone un importante golpe para el proyecto europeo y la constatación de que Europa ha dejado de ser un modelo atractivo para la ciudadanía.

    24/06/2016.
    El Brexit es una pésima noticia para los trabajadores británicos y europeos

    El Brexit es una pésima noticia para los trabajadores británicos y europeos

    Por ello, es necesario un cambio radical en las políticas de la UE, recuperando el proyecto de construcción europea basado en un modelo social que garantice los máximos niveles de democracia, justicia y solidaridad para los ciudadanos.

    Este resultado no puede dejar de leerse como la constatación de que Europa ha dejado de ser un modelo atractivo para la ciudadanía. A pesar de que la salida no será inmediata, sino que durante dos años el gobierno británico negociará con la UE los términos de la misma, la construcción europea está en riesgo. Si no hay una rectificación de las políticas europeas, el Brexit puede ser el inicio del proceso de desintegración de la Unión Europea, al incrementarse el euroescepticismo y la excepcionalidad a la normativa comunitaria que otros Estados pueden reclamar.

    Entre el conjunto de factores que han creado una creciente desafección de la ciudadanía hacia la Unión Europea el principal, en opinión de CCOO, son unas políticas económicas neoliberales en la UE que han producido paro, pobreza e incremento de la desigualdad social. Las políticas de austeridad fiscal han conseguido que gran parte de la ciudadanía europea recele del proceso de construcción europea al identificar el euro con las políticas de ajuste. Algo que debe revertirse con el abandono de las políticas de austeridad fiscal en la zona euro.

    Al importante déficit democrático en la toma de decisiones que tiene la UE se ha unido su incapacidad para afrontar un reto importante como ha sido la crisis de los refugiados. Este ha sido un tema central de la campaña del Brexit. La incapacidad de resolver este problema en consonancia con los valores democráticos y solidarios propios de la UE, y respetando la legalidad internacional y europea, ha reforzado las peores corrientes políticas nacionalistas, xenófobas y de extrema derecha.

    No se puede olvidar también que el Brexit ha evidenciado la tradicional falta de compromiso de una parte importante de los ciudadanos británicos con la UE, que solo querían a Europa como mercado para sus productos (unión comercial), pero no comprometerse en políticas solidarias (unión social y política). Es el momento de acelerar el proceso de construcción europea.

    También puede suponer la desaparición del Reino Unido: Escocia ya ha advertido de un nuevo referéndum para tener voz propia en la UE; e introduce importantes dudas sobre la relación con Irlanda por el contencioso de Irlanda del Norte.

    Ante el incremento de la incertidumbre económica que el Brexit ha causado en las Bolsas mundiales (a las 9 de la mañana, la libra inglesa cae un 11% con respecto al dólar, alcanzando su valor más bajo desde 1985; el índice Nikkei ha caído un 7%; el FTSE 100, índice de futuros, cae 9%; el Ibex 35 está cayendo por encima del 10% y el oro como valor refugio ha subido en un 8%) el BCE tiene los instrumentos para evitar que las primas de riesgo se disparen, es su obligación hacerlo. Es imprescindible la comparecencia de Draghi para calmar a los mercados financieros que son proclives al pánico.

    Las consecuencias de la salida de Gran Bretaña de la UE serán, muy previsiblemente, negativas para todos los trabajadores, tanto británicos como no británicos que viven y trabajan allí. La normativa comunitaria en materia de empleo y protección social dejará de ser de aplicación y desaparecerá la libre circulación de personas en la zona euro, a pesar de que podrán establecerse acuerdos para mantener el derecho de los extranjeros a seguir residiendo y trabajando en el Reino Unido. Es una incógnita si se respetará la igualdad de trato que establece la normativa comunitaria, aunque no debe perderse de vista que el acuerdo del Consejo de Europa con Reino Unido del pasado febrero ya permitía discriminaciones con los trabajadores no británicos.

    La evolución de la economía y el empleo con una Gran Bretaña fuera de la Unión también es un enigma. Si ésta es negativa, los efectos no se limitarán al Reino Unido, sino que impactarán también sobre el resto de estados miembros de la UE.

    CCOO pide a los dirigentes europeos un cambio radical en sus políticas, recuperando el proyecto de construcción europea basado en un modelo social que garantice los máximos niveles de democracia, justicia y solidaridad para los ciudadanos. Sólo así podrá impedirse el desmoronamiento definitivo de la UE y los riesgos que ello conlleva, no sólo en el ámbito económico, también en el de la paz.