Comisiones Obreras de Madrid | 28 marzo 2024.

CCOO de Madrid culpa al Gobierno regional del deterioro de la Renta Mínima de Inserción

  • Para el sindicato, el último eslabón de protección social en la Comunidad de Madrid se ha convertido en un instrumento de fiscalización de la pobreza

17/05/2018.

Tras los 16 años de andadura de la Ley de Renta Mínima de Inserción, CCOO de Madrid manifiesta su profunda preocupación por la situación que atraviesa este importante derecho en la región, mostrando graves indicios de desgaste y agotamiento. Esta es la conclusión del análisis del Balance de Gestión de esta prestación correspondiente a 2017 presentado en la Comisión de Seguimiento, integrada por la Administración autonómica, patronal y sindicatos.

En opinión del sindicato, la Ley de Renta Mínima de Inserción supuso un avance importantísimo en la articulación de mecanismos garantistas de protección social en el ámbito autonómico, reforzando, además, las propias competencias de la Administración regional en materia de lucha contra la pobreza y la exclusión social. Sin embargo, el desarrollo de una estrategia de contención por parte de los diferentes gobiernos del PP está llevando la RMI a un escenario de clara asfixia, provocando resultados muy limitados, incapaces de poner freno al crecimiento progresivo de la pobreza en la Región que hoy afecta a uno de cada cinco madrileños y madrileñas.

Los datos del último Balance de Gestión 2017 señalan que la demanda de esta prestación económica desciende cuando la pobreza aumenta, las extinciones se incrementan un 37%, las suspensiones, la mayoría de carácter cautelar y que principalmente finalizan en extinción, crecen un 32%. Sin embargo, las familias beneficiarias, 35.483, tan solo aumentan un 3% cuando se estima que más de 80.000 familias madrileñas no cuentan con ningún tipo de protección en la región.

Para CCOO de Madrid un dato que evidencia el desgaste al que se está sometiendo a este derecho y que exige un revisión de carácter estructural que rescate esta prestación regulada por ley, es el hecho de que cada vez es mayor el volumen de solicitudes que no llegan a término, es decir, que tiene como resultado su denegación o archivo, alcanzando en 2017 al 66% de las solicitudes. En definitiva, solo el 34% de las solicitudes se conceden.

En opinión de la secretaria de Política Social y Diversidad de CCOO de Madrid, Ana González, “la filosofía y el modelo de Renta Mínima de Inserción siguen siendo válidos y avanzados. Sin embargo, necesita de un reajuste a las nuevas necesidades y tiempos sociales y económicos. La RMI se debe liberar de ataduras normativas, como el Reglamento de desarrollo de la Ley aprobado en 2014, que solo ha generado más burocracia, fiscalización y ha puesto en cuestión el propio ejercicio del derecho”. Para la responsable sindical, el inevitable control del destino de los fondos públicos debe ser compatible con una gestión ágil, transparente y que atienda a las necesidades reales de las personas por encima de los intereses políticos.

CCOO de Madrid ha exigido, una vez más, la apertura de un proceso de análisis y negociación que permita una readaptación del derecho, su ajuste a los actuales escenarios económicos y sociales, tal y como están haciendo otros gobiernos regionales y su reactivación como verdadero eslabón de protección social, desde la experiencia acumulada tras los más de 15 años de desarrollo de este derecho.